Horaris de Missa Diari: MISA DIARIO: PARROQUIA: MARTES A SÁBADO a las 19’30 h. Convento lunes y martes a las 8 y el resto de días a las 18’30 h.- DOMINGOS : Convento 9’00 h.- parroquia 10’30 h. y 12
- HORARIO DE APERTURA DE LA IGLESIA: TODOS los días se abre la Iglesia a las 8’30 h. y a las 18’00 h.
- HORARIO DEL DESPACHO PARROQUIAL: Encarna de martes a jueves de 18’00 h. a 19’15 h. y Jueves de 20’00 h. a 21’00 h. (Sacerdotes) –
- CARITAS: Lunes de 10 a 12 h. (“Casa del Vicari”).
- HOSPITAL LLUIS ALCANYÍS : SACERDOTES 682 746457
- Ayer entrega sobres de la campaña de Navidad de cáritas.GRACIAS
- Al·leluia – Web parroquial : http://www.parroquiacanals.com/ elscampanars@gmail.com / També Facebook, Instagram i Twitter y los domingos a las 9’00 h.
IV domingo adviento
Sal 79,2ac y 3b. 15-16. 18-19
R/. Oh Dios, restáuranos, que brille tu rostro y nos salve.
Pastor de Israel, escucha, tú que te sientas sobre querubines, resplandece.
Despierta tu poder y ven a salvarnos. Dios de los ejércitos, vuélvete: mira desde el cielo, fíjate, ven a visitar tu viña,
la cepa que tu diestra plantó, y que tú hiciste vigorosa. Que tu mano proteja a tu escogido,
al hombre que tú fortaleciste, no nos alejaremos de ti; danos vida, para que invoquemos tu nombre.
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+ Lectura del santo Evangelio según San Lucas 1,39-45.
En aquellos días, María se puso en camino y fue aprisa a la montaña, a un pueblo de Judá; entró en casa de Zacarías y saludó a Isabel. En cuanto Isabel. oyó el saludo de María, saltó la criatura en su vientre. Se llenó Isabel del Espíritu Santo, y dijo a voz en grito:
-¡Bendita tú entre las mujeres y bendito el fruto de tu vientre!. ¿Quién soy yo para que me visite la madre de mi Señor?
En cuanto tu saludo llegó a mis oídos, la criatura saltó de alegría en mi vientre. ¡Dichosa tú, que has creído!, porque lo que te ha dicho el Señor se cumplirá.
————————————— Contenidos y liturgia de la Navidad
— La Navidad es la celebración, memoria y actualización del acontecimiento salvífico del nacimiento de Jesucristo, de la manifestación de la salvación de Dios por medio de Jesús de Nazaret.
– El centro de la Navidad lo constituye el alumbramiento de Jesús, Hijo de Dios e Hijo de María, en Belén de Judá. Es el misterio de un Dios nacido en la carne. El que ha nacido de la Virgen es Hijo de Dios e Hijo de hombre. Afirmamos las dos realidades juntas, sin merma de ninguna de ellas, sin deterioro, sin que deje de ser realmente Dios y realmente hombre.
– La Navidad, con toda su sencillez y ternura, con su misterio, es mucho más que un tiempo explotado por la sociedad de consumo. Es el tiempo de Dios y el tiempo del hombre. El clima creado por la liturgia de estos días pretende provocar la fe en la manifestación divina, la apertura a la gracia, la necesidad del amor y del seguimiento a Jesucristo.
- La liturgia de la Iglesia prolonga el tiempo de Navidad hasta la Epifanía. Aunque el corazón de estas fiestas es la Solemnidad del 25 de diciembre.
Aunque la liturgia del día de la Navidad permite tres misas distintas hay que añadir una cuarta. La de la Víspera: La misa vespertina del 24 de diciembre se sitúa entre el final de Adviento y la venida de Cristo en la carne. ¿Cómo esperarle mejor que conociendo su genealogía? ¡Emocionante esta lista de los antepasados de Cristo! Helo ahí inserto en nuestra raza; es de verdad uno de los nuestros, hijo de David (Mt 1, 1-25). Pero el evangelio, en el texto elegido para la proclamación de la liturgia, parece haber tenido un concepto demasiado exclusivamente humano de Cristo y se apresura a presentar a los fieles las palabras del ángel a José, turbado por el estado de su prometida: «la criatura que hay en ella viene del Espíritu Santo.
Dará a luz un hijo y tu le pondrás por nombre Jesús (es decir, «el Señor salva»), porque él salvará a su pueblo de los pecados». Jesús es Emmanuel: Dios con nosotros». Así deja en su sitio la verdadera presentación de Cristo, Dios-Hombre. Es el final de una larga historia. ¿El final? En cierto modo es más bien el comienzo de una nueva historia, la de un mundo que se renueva, la de unos hombres que encuentran una novedad de vida y caminan hacia el definitivo cumplimiento.
Es el pueblo de Israel, que ha sido escogido; Jerusalén, que ha sido la preferida; y es la Iglesia, a la que pertenecemos, aquella a la que pertenecen al menos de deseo todos los que buscan su propio camino con lealtad. La 1ª. lectura de esta vespertina del 24 de diciembre presenta a esa Jerusalén, la Iglesia, la de hoy lo mismo que la de ayer y que la de mañana. Corona resplandeciente entre los dedos del Señor, diadema en la mano de Dios; se la llama «favorita», «desposada», «alegría de Dios». Tal es la realidad provocada por la Encarnación y la visita de Dios. El mismo Señor se alegra de ello en el salmo responsorial (Sal 88): «El me invocará: ‘Tú eres mi Padre, mi Dios, mi Roca salvadora’. Le mantendré eternamente mi favor, y mi alianza con él será estable”.
MISA VESPERTINA
Sal 88,4-5. 16-17. 27 y 29
R/. Cantaré eternamente las misericordias del Señor.
Sellé una alianza con mi elegido, jurando a David, mi siervo
«Te fundaré un linaje perpetuo, edificaré tu trono para todas las edades.»
Dichoso el pueblo que sabe aclamarte: caminará, oh Señor, a la luz de tu rostro; tu nombre es su gozo cada día, tu justicia es su orgullo.
El me invocará: «Tú eres mi padre, mi Dios, mi Roca salvadora.»
Le mantendré eternamente mi favor, y mi alianza con él será estable.
El canto del Aleluya resume todo el espíritu de la celebración de esta tarde: «Mañana quedará borrada la maldad de la tierra, y será nuestro rey el Salvador del mundo». Navidad es una Pascua.
+ Lectura del santo Evangelio según San Mateo 1,1-25.
[Genealogía de Jesucristo, hijo de David, hijo de Abrahán.
Abrahán engendró a Isaac, Isaac a Jacob, Jacob a Judá y a sus hermanos. Judá engendró, de Tamar, a Farés y Zará, Farés a Esrón, Esrón a Aram, Aram a Aminadab, Aminadab a Naasón, Naasón a Salmón, Salmón engendró, de Rahab, a Booz; Booz engendró, de Rut, a Obed; Obed a Jesé, Jesé engendró a David el rey.
David, de la mujer de Urías, engendró a Salomón, Salomón a Roboam, Roboam a Abías, Abías a Asaf, Asaf a Josafat, Josafat a Joram, Joram a Ozías, Ozías a Joatán, Joatán a Acaz, Acaz a Ezequías, Ezequías engendró a Manasés, Manasés a Amós, Amós a Josías; Josías engendró a Jeconías y a sus hermanos, cuando el destierro de Babilonia.
Después del destierro de Babilonia, Jeconías engendró a Salatiel, Salatiel a Zorobabel, Zorobabel a Abiud, Abiud a Eliaquín, Eliaquín a Azor, Azor a Sadoc, Sadoc a Aquim, Aquim a Eliud, Eliud a Eleazar, Eleazar a Matán, Matán a Jacob; y Jacob engendró a José, el esposo de María, de la cual nació Jesús, llamado Cristo.
Así las generaciones desde Abrahán a David fueron en total catorce, desde David hasta la deportación a Babilonia catorce y desde la deportación a Babilonia hasta el Mesías catorce.]
El nacimiento de Jesucristo fue de esta manera: La madre de Jesús estaba desposada con José y, antes de vivir juntos, resultó que ella esperaba un hijo, por obra del Espíritu Santo.
José, su esposo, que era bueno y no quería denunciarla, decidió repudiarla en secreto. Pero apenas había tomado esta resolución, se le apareció en sueños un ángel del Señor que le dijo:-José, hijo de David, no tengas reparo en llevarte a María, tu mujer, porque la criatura que hay en ella viene del Espíritu Santo. Dará a luz un hijo y tú le pondrás por nombre Jesús, porque él salvará a su pueblo de los pecados.
Todo esto sucedió para que se cumpliese lo que había dicho el Señor por el Profeta:
Mirad: la virgen concebirá y dará a luz un hijo, y le pondrá por nombre Emmanuel
(que significa «Dios-con-nosotros»).
Cuando José se despertó, hizo lo que le había mandado el ángel del Señor, y se llevó a casa a su mujer.
Y sin que él hubiera tenido relación con ella, dio a luz un hijo; y él le puso por nombre Jesús.
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— Liturgia del día de Navidad se le permite al sacerdote celebrar tres misas: una a la medianoche, otra al amanecer y aún otra en el transcurso del día. Esto es para significar los tres tipos de nacimiento de Jesucristo: su nacimiento humano, su nacimiento espiritual en nuestras almas y su nacimiento en el Seno de su Padre.
—La primera misa, ofrecida a la medianoche (del gallo), es el nacimiento humano del Hijo de Dios de la Virgen María. Vemos la unión Hipostática de Jesucristo, la unión de la naturaleza divina y la naturaleza humana en una Persona divina.
MASA DE MEDIANOCHE ( del gallo )
Salmo 95,1-2a. 2b-3, 11-12. 13
R/. Hoy nos ha nacido un Salvador: el Mesías, el Señor.
Cantad al Señor un cántico nuevo, cantad al Señor, toda la tierra; cantad al Señor, bendecid su nombre.
Proclamad día tras día su victoria. Contad a los pueblos su gloria,sus maravillas a todas las naciones.
Alégrese el cielo, goce la tierra, retumbe el mar y cuanto lo llena;
vitoreen los campos y cuanto hay en ellos, aclamen los árboles del bosque.
Delante del Señor, que ya llega,ya llega a regir la tierra.
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El Evangelio nos narra el nacimiento del Salvador en el establo de Belén. San Lucas describe con todo detalle todas las circunstancias que rodearon el nacimiento de Cristo: el censo de Augusto César, la partida de José y María para Belén, el nacimiento de Jesús en el establo, la envoltura del Niño en pañales, y el anuncio de su nacimiento a los pastores por medio de un ángel. Aquí descubrimos humildad y pobreza del Hijo de Dios y del hermoso ejemplo que nos da acerca del abandono de todos los bienes y honores mundanos. Sobre todo, vemos en la Encarnación y Nacimiento de Nuestro Señor el infinito amor de Dios para con nosotros sus criaturas
——– +Lectura del santo Evangelio según San Lucas 2,1-14.
En aquellos días salió un decreto del emperador Augusto, ordenando hacer un censo del mundo entero.
Este fue el primer censo que se hizo siendo Cirino gobernador de Siria. Y todos iban a inscribirse, cada cual a su ciudad.
También José, que era de la casa y familia de David, subió desde la ciudad de Nazaret en Galilea a la ciudad de David, que se llama Belén, para inscribirse con su esposa María, que estaba encinta. Y mientras estaban allí le llegó el tiempo del parto y dio a luz a su hijo primogénito, lo envolvió en pañales y lo acostó en un pesebre, porque no tenían sitio en la posada.
En aquella región había unos pastores que pasaban la noche al aire libre, velando por turno su rebaño.
Y un ángel del Señor se les presentó: la gloria del Señor los envolvió de claridad y se llenaron de gran temor.
El ángel les dijo: —No temáis, os traigo la buena noticia, la gran alegría para todo el pueblo: hoy, en la ciudad de David, os ha nacido un Salvador: el Mesías, el Señor. Y aquí tenéis la señal: encontraréis un niño envuelto en pañales y acostado en un pesebre.
De pronto, en torno al ángel, apareció una legión del ejército celestial, que alababa a Dios, diciendo: Gloria a Dios en el cielo, y en la tierra, paz a los hombres que Dios ama.
MISA DE LA AURORA
—La segunda misa, que se ofrece al amanecer (aurora), honra el nacimiento espiritual de Cristo en nuestras almas por medio de la gracia santificante. Esta misa se ofrece al amanecer para significar que Cristo es la Luz del mundo y que vino a iluminar los corazones y almas de los hombres. Verdadero significado del espíritu de Navidad: que la celebración del nacimiento de nuestro Señor debería traernos la gracia para vivir una nueva vida, libre del pecado, y también la gracia para comprender que Cristo, a cambio de la humanidad que de nosotros toma, desea hacernos partícipes de su Divinidad a través de la gracia santificante.
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Sal 96, 1 y 6. 11-12
R/. Hoy brillará una luz sobre nosotros, porque nos ha nacido el Señor
El Señor reina, la tierra goza, se alegran las islas innumerables.
Los cielos pregonan su justicia y todos los pueblos contemplan su gloria
Amanece la luz para el justo, y la alegría para los rectos de corazón.
Alegraos, justos, con el Señor, celebrad su santo nombre.
El Evangelio también se toma de san Lucas y continúa la detallada narración comenzada en el Evangelio de la medianoche. Su Evangelio es llamado el Evangelio de nuestra Señora, pues relata los sucesos que únicamente pudieron haber sido conocidos por la Virgen. San Lucas nota esto muy bien con la frase, “María, por su parte, guardaba con cuidado todas estas cosas, meditándolas en su corazón.” Leemos cómo los pastores cooperaron con la gracia de Dios y “fueron con prisa” a Belén, donde “encontraron a María y a José y al niño reclinado en el pesebre.” Y luego contaron lo que vieron y oyeron
+ Lectura del santo Evangelio según San Lucas 2,15-20.
Cuando los ángeles los dejaron, los pastores se decían unos a otros: -Vamos derechos a Belén, a ver eso que ha pasado y que nos ha comunicado el Señor. Fueron corriendo y encontraron a María y a José y al niño acostado en el pesebre. Al verlo, les contaron lo que les habían dicho de aquel niño.
Todos los que lo oían se admiraban de lo que decían los pastores. Y María conservaba todas estas cosas, meditándolas en su corazón. Los pastores se volvieron dando gloria y alabanza a Dios por lo que habían visto y oído; todo como les habían dicho.
MISA DEL DIA
—La tercera Misa se celebra en honor a la Generación del Hijo de Dios a partir del Padre en la eternidad, es su nacimiento en el seno de su Padre. Esto es exactamente lo que profesamos en el Credo. Este tema, del Hijo Unigénito del Padre, se expresa en el Evangelio de san Juan
Sal 97,1. 2-3ab. 3cd-4. 5-6
R/. Los confines de la tierra han contemplado la victoria de nuestro Dios.
Cantad al Señor un cántico nuevo, porque ha hecho maravillas.
Su diestra le ha dado la victoria, su santo brazo;
el Señor da a conocer su victoria, revela a las naciones su justicia:
se acordó de su misericordia y su fidelidad en favor de la casa de Israel.
Los confines de la tierra han contemplado la victoria de nuestro Dios.
Aclama al Señor, tierra entera, gritad, vitoread, tocad.
Tocad la cítara para el Señor, suenen los instrumentos:
con clarines y al son de trompetas aclamad al Rey y Señor.
El evangelio del prólogo de Juan, es un himno al Dios que nos dirige su Palabra, que nos envía su Palabra hecha hombre. San Juan, expone la síntesis del misterio, encuadrado en una historia de salvación. Es contemplar la gloria del Dios trascendente en la humildad de este Niño. Ha llegado la plenitud de los tiempos. Lo que anunciaba el Bautista se ha cumplido. El niño que nos ha nacido es la Palabra de Dios. Porque la palabra se ha hecho hombre. La Palabra encarnada hace visible a Dios, cercano al hombre, siendo así su reflejo
En esta Misa de Mediodía, cuando se acaba es costumbre que el Papa envíe un mensaje de Navidad a todos los fieles del mundo: este mensaje es conocido como Urbi et Orbi (a la Ciudad de Roma y al Mundo), y se retransmite por televisión
+ Lectura del santo Evangelio según San Juan 1,1-18.
En el principio ya existía la Palabra, y la Palabra estaba junto a Dios, y la Palabra era Dios.
La Palabra en el principio estaba junto a Dios.
Por medio de la Palabra se hizo todo, y sin ella no se hizo nada de lo que se ha hecho.
En la Palabra había vida, y la vida era la luz de los hombres. La luz brilla en la tiniebla, y la tiniebla no la recibió.
Surgió un hombre enviado por Dios, que se llamaba Juan: éste venía como testigo, para dar testimonio de la luz, para que por él todos vinieran a la fe. No era él la luz, sino testigo de la luz.
La Palabra era la luz verdadera, que alumbra a todo hombre.
Al inundo vino y en el mundo estaba; el mundo se hizo por medio de ella, y el mundo no la conoció.
Vino a su casa, y los suyos no la recibieron.
Pero a cuantos la recibieron, les da poder para ser hijos de Dios, si creen en su nombre.
Estos no han nacido de sangre, ni de amor carnal, ni de amor humano, sino de Dios.
Y la Palabra se hizo carne, y acampó entre nosotros, y hemos contemplado su gloria:
gloria propia del Hijo único del Padre, lleno de gracia y de verdad.
Juan da testimonio de él y grita diciendo:-Este es de quien dije: «El que viene detrás de mí pasa delante de mí, porque existía antes que yo».Pues de su plenitud todos hemos recibido gracia tras gracia: porque la ley se dio por medio de Moisés, la gracia y la verdad vinieron por medio de Jesucristo.
A Dios nadie lo ha visto jamás:El Hijo único, que está en el seno del Padre, es quien lo ha dado a conocer.
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Lo más importante de la celebración será resaltar el mensaje central de aquello que conmemoramos: el amor de Dios para con nosotros, que se ha hecho uno de los nuestros. Está aquí, se ha hecho presente en nuestra humanidad: Hoy nos ha nacido un Salvador: el Mesías, el Señor. Ésta es la buena noticia
La liturgia de la Navidad comprende desde el Nacimiento de Jesús hasta su Bautismo en el Jordán y va desgranando las primeras manifestaciones de la salvación de Dios en Jesús. Su color litúrgico es el blanco. Sus características son la alegría, el gozo y la celebración de la Natividad y de la Manifestación de Jesucristo
Dentro de la octava de la Navidad hay otras dos grandes fiestas: El domingo dentro de la octava de la Navidad festividad de la Sagrada Familia, que coincide con el día de la familia y de la vida. Y el día de la octava de la Navidad (1 de enero), en que se celebra la solemnidad de la Maternidad divina de la Virgen María. Desde 1968, por disposición del Papa Pablo VI, es también el día de la Jornada Mundial de oración por la paz
La Epifanía, es la Adoración de los Magos (6 de enero) se celebra el mismo misterio de la Navidad, pero va más directamente a su significado de salvación. Las palabras claves de este tiempo son: iluminación, manifestación, aparición, desvelamiento. Este misterio complementa al de Navidad. En España se une a este día la popularmente llamada festividad de los Reyes Magos. Son personajes ilustres que buscan a Jesús Rey, lo reconocen como tar, admiran su sencillez y pobreza y ofrecen su riqueza
También tienen lugar las siguientes fiestas: San Esteban (primer mártir: día 26); San Juan (el discípulo a quien Jesús más amaba: día 27); Santos Inocentes (día 28); Y el Bautismo de Nuestro Señor (domingo siguiente a Epifanía), con que termina el tiempo litúrgico de la Navidad.
SIMBOLOS QUE REPRESENTAN LA NAVIDAD
El Belén,Villancicos, Crismas o tarjetas de Navidad, Regalos, Dulces, Árbol, Adornos.
“La Navidad entrega sus tesoros a quien sabe contemplarla… con ojos de niño”
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Os anunciamos, hermanos, una buena noticia, una gran alegría para todo el pueblo;
escuchadla con corazón gozoso: Habían pasado miles y miles de años desde que, al principio, Dios creó el cielo y la tierra y, asignándoles un progreso continuo a través de los tiempos, quiso que las aguas produjeran un pulular de vivientes y pájaros que volaran sobre la tierra.
Miles y miles de años, desde el momento en que Dios quiso que apareciera en la tierra el hombre,
hecho a su imagen y semejanza, para que dominara las maravillas del mundo y,
al contemplar la grandeza de la creación, alabara en todo momento al Creador.
Miles y miles de años, durante los cuales los pensamientos del hombre, inclinados siempre al mal,
llenaron el mundo de pecado hasta tal punto que Dios decidió purificarlo, con las aguas torrenciales del diluvio.
Hacía unos 2.000 años que Abraham, el padre de nuestra fe, obediente a la voz de Dios,
se dirigió hacia una tierra desconocida para dar origen al pueblo elegido.
Hacía unos 1.250 años que Moisés hizo pasar a pie enjuto por el Mar Rojo a los hijos de Abraham,
para que aquel pueblo, liberado de la esclavitud del Faraón, fuera imagen de la familia de los bautizados.
Hacía unos 1.000 años que David, un sencillo pastor que guardaba los rebaños de su padre Jesé, fue ungido por el profeta Samuel, como el gran rey de Israel.
Hacía unos 700 años que Israel, que había reincidido continuamente en las infidelidades de sus padres y por no hacer caso de los mensajeros que Dios le enviaba, fue deportado por los caldeos a Babilonia; fue entonces, en medio de los sufrimientos del destierro, cuando aprendió a esperar un Salvador que lo librara de su esclavitud, y a desear aquel Mesías que los profetas le habían anunciado, y que había de instaurar un nuevo orden de paz y de justicia, de amor y de libertad.
Finalmente, durante la olimpíada 94, el año 752 de la fundación de Roma, el año 14 del reinado del emperador Augusto, cuando en el mundo entero reinaba una paz universal, hace 2018años,
en Belén de Judá, pueblo humilde de Israel, ocupado entonces por los romanos, en un pesebre,
porque no tenía sitio en la posada, de María virgen, esposa de José, de la casa y familia de David,
nació Jesús, Dios eterno, Hijo del Eterno Padre, y hombre verdadero, llamado Mesías y Cristo,
que es el Salvador que los hombres esperaban.
El es la Palabra que ilumina a todo hombre; por él fueron creadas al principio todas las cosas;
él, que es el camino, la verdad y la vida, ha acampado, pues, entre nosotros.
Nosotros, los que creemos en él, os lo anunciamos,
o mejor dicho, Dios, a través nuestro, os lo anuncia para celebrar con alegría
la solemnidad de Navidad, y proclamar nuestra fe en Cristo, Salvador del mundo.
Hermanos, alegraos, haced fiesta y celebrad la mejor NOTICIA de toda la historia de la humanidad.