Des dels Campanars Nº324


  • Horaris de Missa Diari: MISA DIARIO: PARROQUIA: MARTES A SÁBADO a las 19’30 h. Convento lunes y martes a las 8 y el resto de días a las 18’45   –   Els diumenges : Convento 9’00 h.-  parroquia 10’30 Y 12’00 h.   (Este diumenge XXIX aniversari)
  • HORARIO DE APERTURA DE LA IGLESIA: TODOS los días se abre la Iglesia a las 8’30 h. y a las 18’00 h.
  • HORARIO DEL DESPACHO PARROQUIAL: Encarna de martes a jueves de 18’00 h. a 19’15 h. Miércoles y Jueves de 20’00 h. a 21’00 h. (Sacerdotes
  • CONFESIONES:  JUEVES y VIERNES desde las 18’00 h. hasta 19’15 h.) * VIA LUCIS:  gràcies a tots * 24 horas de adoración
  • CARITAS: Lunes y miércoles de 10 a 12 h. (“Casa del Vicari”). *  HOSPITAL LLUIS ALCANYÍS : SACERDOTES 682 746457
  • El proper divendres a les 21’00 Sopar de germanor Manos Unidas – CRIDAR TELÉF. : MIRIAN – 696210094
  • Al·leluia – Web parroquial : http://www.parroquiacanals.com/ elscampanars@gmail.com / També Facebook, Instagram   i Twitter y los domingos a las 9’00 h.

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 Sal 32,4-5. 6 y 9. 18-19. 20 y 22

 R/. Dichosa la nación cuyo Dios es el Señor.

La palabra del Señor es sincera,y todas sus acciones son leales; El ama la justicia y el derecho,y su misericordia llena la tierra.

La palabra del Señor hizo el cielo,el aliento de su boca, sus ejércitos,porque El lo dijo y existió,
El lo mandó y surgió.Los ojos del Señor están puestos en sus fieles, en los que esperan en su misericordia,
para librar sus vidas de la muerte y reanimarlos en tiempo de hambre.

Nosotros aguardamos al Señor: El es nuestro auxilio y escudo;

que tu misericordia, Señor, venga sobre nosotros, como lo esperamos de ti.

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Poned sobre mi tumba mi nombre.

Y mi apellido: sacerdote.

Y nada más.

Porque jamás he sido ni querido ser

otra cosa.

 

Cuidad de que mis manos queden libres

o atadas por la cinta de mi ordenación.

Y nada más.

Procurad que mis ojos permanezcan

bien abiertos, asombrados

aún de tanto amor

como me dieron en un lejano día

de San José.

 

Y decidle a la gente que perdone,

si tantas, tantas veces me ahorré

yo, que era para ser repartido

como el pan que brotaba

de mis manos.

 

Explicadles que hubiera

deseado ser transparente para todos

yo, que sabía bien en dónde estaba

la fresca fuente fría de la que mana Dios.

 

Atrapado por El en la lejana

jaula de mis veintidós años

¡cuántas veces quise ser otras cosas

y me descubrí siendo

tan sólo un expropiado

por utilidad pública, como un cisne encerrado en su pequeño lago!

¡Y cómo me crecían las espigas

entre las manos! ¡Y cómo me guiaban

sin saber quién ni a dónde!

Y yo, que apenas era un niño, tenía

tantas almas colgadas de mis manos

que ni un gigante hubiera

podido levantarlas. Y llevaba

carbones encendidos en la boca

y no eran mías mis palabras,

ni mío mi corazón.

 

Pero aquellas palabras alquiladas

y mi prestado corazón caían rebotando

de alma en alma e iluminaban

sin que yo tuviera

aquella luz que a los demás cedía.

 

La fuente fría de Dios transcurría

dentro de mí, mientras yo estaba seco

y mis labios apenas conocían

la frescura de Dios que regalaban.

 

¡Ah, cómo me envolvía el misterio!

¡Qué pequeño y enorme el fruto de mis manos!

¡Qué oscura noche ceñía mis costados

mientras yo daba luz salida no sé de dónde!

 

Ahora ya sé bien que nada hice

que fuera mío. Que donde yo ponía

pan o vino, o mi cansancio y mis palabras,

Alguien lo convertía en carne y sangre,

cual si también yo mismo estuviera

consagrado.

 

Y que yo no sabría jamás

quién bendecía cuando yo bendecía

y que mi voz también amanecía en otros

aunque era noche en mí.

 

¡Oh, noche que guiaste cada día mis pasos y que ahora

me sigues sosteniendo en el cansancio,

noche que multiplicas mi diminuto amor,

noche que alumbras mi paso vacilante hacia el final!

 

Déjame bendecirte con mis manos atadas que te suplican:

Sigue, sigue, río de Dios, lamiendo mis resecas orillas;

sigue tú sosteniendo estos tartamudeos

que nada dicen sino lo que tú dices

a través de mis labios asombrados;

sigue, pan, floreciendo entre mis dedos

hasta que un día duerman, por fin, mis huesos

mientras tú sigues hablando a mis hermanos

a través de mi última, definitiva, noche.

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+Lectura del santo Evangelio según San Mateo 28,16-20.

En aquel tiempo los once discípulos se fueron a Galilea, al monte que Jesús les había indicado. Al verlo, ellos se postraron, pero algunos vacilaban. Acercándose a ellos, Jesús les dijo: -Se me ha dado pleno poder en el cielo y en la tierra. Id y haced discípulos de todos los pueblos, bautizándolos en el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo; y enseñándoles a guardar todo lo que os he mandado. Y sabed que yo estoy con vosotros todos los días, hasta el fin del mundo.